Silent Specific / Proyecto de intervenciones públicas desde lo virtual curado por René Francisco Rodríguez y Dayneris Brito.
La Claridad del Mediodía. Cielo de la ciudad de La Habana.
Moncadía. Una calle de La Habana.
«Siempre he sido un guerrero. Y aún lo sigo siendo. Mi campo de batalla comienza en la puerta de mi casa. De la puerta para afuera, se entiende. En la calle. Puertas adentro, en mi cuarto, en el baño, no lo necesito, nadie me ataca, soy libre. Pero ni siquiera se trata siempre de atacar o derribar a un enemigo. Hay que pelear primero con uno mismo. Entender con claridad cuál es tu guerra. Y a veces defender mis concepciones, mis gustos, y desde luego mi pellejo, y hasta mi apariencia, han implicado un batallar incesante. Salgo al mediodía, digamos, pensando en cosas positivas, alegres, imaginando que soy un tipo normal y corriente, como tú, y de repente siento sobre mí una mirada inquisitiva, policial, una presencia amenazante. De repente todo comienza a oscurecerse. Me he convertido en sospechoso. Alguien que puede representar un peligro. Que puede ser fichado, acusado de algo. Incluso perseguido. Ni siquiera tengo que pronunciarme sobre política. Soy sólo un creador, un artista. Estudio comportamientos sociales y los traduzco, los represento. Pero la sombra se ha vuelto demasiado persistente como para ignorarla. Sigue flotando sobre mí. Camino despacio por mi Habana, voy en cámara lenta, cada vez más lento, para intentar que la Gran Tonfa pase de largo sobre mí, pero su sombra me persigue y parece que en cualquier momento puede chocar con mi cabeza. No sé si mi pelo podrá amortiguarlo. Pero confío en mi cabeza. Mi cabeza es dura, acere. Y siempre siento sobre mi hombro el brazo solidario de un espíritu hermano. Así que sigo caminando lentamente, sin miedo, como si nada»
// Texto : Orlando Hernández //